Era una estudiante en Berkeley en los años seisenta. Leí el famoso libro de Eliade sobre el shamanismo. Pensé que era un asunto muy interesante. Cuando fui a Guatemala para investigar, siempre tenía en mente la pregunta de que si todavía había shamanes mayas o si ya habían desaparecido. Inmediatamente descubrí que había muchísimos tipos diferentes de shamanes y están en las tierras altas de Guatemala. Entonces quería descubrir todo lo posible sobre el asunto. Creo que presioné demasiado, creo que los etnógrafos somos molestos, y empecé a visitar las capillas, básicamente dando lata. Finalmente unas personas se me acercaron y preguntaron, "¿Realmente quieres conocer esta región o quieres saberla? ¿Quieres conocerla, cómo se hace o quieres saber sobre ella?," básicamente fue la pregunta. Y pensé, "¡Quiero saber como se hace!" Y entonces encontré que hay miles de shamanes viviendo entre los mayas en Guatemala y que son líderes de la comunidad y están integrados en muchas áreas importantes del conocimiento. Y que si realmente uno quiere aprender algo de importancia, etnográficamente hablando, tendría que conocer a personas entrenadas como shamanes porque ellos son los guardianes de la sabiduría en todas las áreas de la comunidad.
Guardianes de los días
Cuando yo estaba en Guatemala y me entrenaban como guardiana de los días, noté con frecuencia que la gente señalaba al cielo y hablaba de cosas que yo no podía ver. Y cuando aprendí el cielo y los asterismos, descubrí cómo cambiaba el cielo en una noche dada, y cómo cambia en un año, y que esto es parte del entrenamiento básico como guardián de los días. Y es por eso que se llaman guardianes de los días, son personas que mantienen un calendario y un sentido astrológico. Y entonces empecé a leer muchísima literatura estupenda sobre los calendarios y la astronomía, etcétera, relacionando a la arqueología y el récord epigráfico, y me sorprendió mucho que no hubiera conexión entre la literatura y la gente de hoy. Había la creencia de que los maya perdieron todo, se hicieron campesinos, no tenían conexión a su pasado arqueológico ni su pasado histórico. Encontré que esto no era verdad. Y entonces me fascinó el tema. Luego presté mucha atención a cómo la astronomía se relaciona con la vida cotidiana, a cómo las parteras utilizan la luna y sus movimientos a través de los diferentes asterismos para saber en qué fase de su ciclo está el parto de una mujer. Y de pronto entendí que era un reloj gigante y que era muy importante y sigue siendo muy importante hasta hoy. Aunque hay mayas, muchos mayas que tienen relojes, todavía miran el cielo para saber dónde están en el mundo astronómico, porque esto los une a la cosmología. La astronomía se relaciona con la religión a través de un sentido cosmológico del mundo.
Los halcones y el maíz
He publicado algo y sigo manteniendo registros de los vuelos migratorios de los halcones. Y particularmente los halcones 'Swainson' que atraviesan Guatemala dos veces al año: una vez en la primavera y una vez en el otoño. Los guardianes de los días esperan que lleguen los halcones y puede ser entre el 15 de marzo y el 10 de abril. Estudian el cielo por ciertas normas, ciertos asterismos, y esperan afuera, buscando estos vuelos inmesos de halcones. Hay entre dos y seis mil en un sólo vuelo. Saben esperarlo, han sido entrenados para esprearlo desde que eran niños. Cuando llegan los halcones es la hora de sembrar el maíz. Esto concierne a una variedad de maíz que crece a los 7.500 pies de altitud. Nota uno el día que es en el calendario. Digamos que es 8 mono en el calendario y entonces se sabe que el maíz madurará el mismo día-nombre, en 260 días. Esto le ayuda a la gente con el proceso de la madurez. Lo que hacen es que van al campo veinte días antes de eso y doblan los tallos del maíz para que las mazorcas se maduren más rápidamente. Es algo que aprendieron hace mucho tiempo: que eso forzará la maduración en la fecha que quieren.
Las mujeres shamanes
Después de un tiempo, empecé a leer otras cosas sobre el shamanismo y empecé a dudar de un aspecto del shamanismo. Porque básicamente, sólo se describías hombres, muy infrecuentemente aparecía una mujer. O cuando una aparecía, era excepcional. Creo que se equivocan y he hecho mucha investigación al respecto. Probablemente mi mayor descubrimiento fue cuando entré en la área de Siberia y descubrí que cincuenta porcentaje de los shamanes clásicos en la historia y hasta hoy son mujeres. Nunca lo habría sabido si sólo hubiera consultado las fuentes secundarias clásicas. Sólo llega a ser óbvio lo que pasa cuando uno empieza a consultar las fuentes primarias, a conocer a la gente, a ir a congresos, y conocer a las shamanes. La vestimenta clásica de los shamanes, un disfraz que siempre me parecía feminino, era, de hecho, ropa feminina, y la mayoría de los hombres que se convirtieron en shamanes tenían que cruzar la división entre los géneros para hacerlo. Entonces yo empecé a conocer a arqueólogos que me decían, "te puede interesar que los descubrimientos más tempranos de los restos óseos de personas con artefactos claramente shamanísticos en los sarcófagos, son mujeres." Y he segiudo la pista y estoy encontrando que más y más que los materiales más antiguos tiene conexión con restos óseos de mujeres y artefactos shamanísticos de mujeres. No estoy preparada para decir que el shamanismo era originalmente femenino y que eventualmente llegó a ser masculino por el trasvestismo etcétera. No estoy preparada para hacer esta declaración extrema, aunque atraería mucha atención, y crearía mucho debate. Pero sí estoy preparada para decir que las mujeres han estado shamanizando, por lo menos tantos años, si no es que más años que los hombres.
El género
Mi trabajo sobre el género en Mesoamérica se centró y continúa centrándose en los conocimientos de las mujeres que han sido entrenadas como guardianas de los días. Me di cuenta de ellas por casualidad, cuando fui a los lugares donde hay muchos guardianes de los días y mucha oración, etcétera, pero me parecía que había muchas mujeres y pregunté sobre eso. Me dijeron, "sí, son las esposas de las personas que lo hacen, que hacen ofrendas," y pensé, ah, muy bien. Pero empecé a darme cuenta que algunas hacían sus propias ofrendas y asistían sin los hombres. Después alguien me dijo, "pero por supuesto son todos guardianes de los días, todos son 'ajk'ij'." Y dije," ¿quieres decir que todos fueron entrenados de la misma manera?" "Sí, todos reciben un entrenamiento similar, pero la bendición mayor es cuando se puede entrenar a una pareja juntos." Entonces les interesó entrenarnos a Dennis y a mí. Y nos entrenaron a la vez. Había diferencias en la manera en que nos entrenaron pero las semejanzas predominaban. Más tarde aprendí que hay una jerarquía. Al principio pensaba que todos eran guardianes de los días, pero luego comprendí que esto es sólo de aprendices y que después de esto, hay varias carreras. Uno de las carreras inmediatas para una mujer es ser una "iyom," que quiere decir partera. A este nivel te capacitan en cosas empíricas como las yerbas, y cosas espirituales, pero en esta sociedad sólo entrenan a mujeres para ser parteras. Es una carrera feminina. Al mismo tiempo, los hombres pueden ser entrenados como encajadores de huesos. Los encajadores de huesos dependen de los poderes del relámpago para acomodar los huesos. Es una fuerza muy asombrosa y poderosa. Entonces ellos se relacionan con el mundo meteorológico. Las mujeres se relacionan con las artes, específicamente el tejido, para ayudar a las madres con los partos, etcétera. Unifican el simbolismo del tejido, el telar y todo eso, y trabajan en la área de juntar la tejedura, la cerámica y los partos. Era fascinante. Después aprendí que por encima de este nivel, hay otros niveles de conocimiento, hay gente muy enterada de cierta información sobre las yerbas, o la herbolaria, y shamanes principales, shamanes-curas, para linajes enteros, personas que eran líderes de la comunidad entera.
Un manuscrito misterioso
Hay un manuscrito en la Universidad de Pennsylvania, en su archivo. Es sólo una copia, el original fue robado y no sabemos donde está. Pero es una copia bastante buena. No está escrito en quiché moderno. La primera cosa que se necesita hacer con el documento es traducirlo a una forma más moderna del lenguaje quiché. Luego se tiene que trabajar con personas que son shamanes y que conocen los calendarios porque es un documento calendárico y está en el formato exacto del Códice Dresden. Tiene cuatro registros que no salen de un quinto de un milimetro de las medidas exactas. Pero no sabemos exactamente lo que es, si es una copia de un documento jeroglífico que ahora no se encuentra o si es de alguien quien aprendió la ortografía colonial--cómo escribirla de una manera colonial--para escribir un códice y utilizarlo. Es absolutamente increíble porque data del año 1722 y tiene glosas más tardías de 1770-1772. Este calendario en particular tiene una entrada que nos habla de Venus, y habla de cuándo sale y lo que hace y lo que significa. Cuando uno utiliza una computadora para ver lo que hacía Venus en el día en el calendario, se puede ver que el códice habla de fenómeno observable. Entonces esta es la fuente escrita más reciente que tenemos que demuestra cómo Venus fue utilizado por los mayas de los altos de Guatemala.